¿Anchoas o boquerones? Descubre qué los hace tan diferentes

¿Sabías que las anchoas y los boquerones provienen del mismo pescado?

Si has probado nuestras Anchoas de Santoña y nuestros Boquerones del Cantábrico, seguro que ya te conquistaron con su excelente sabor y textura. Pero, además de las diferencias entre ambos, ¿sabías que los dos proceden de la misma especie de pescado?

Así es. Todo empieza con el bocarte (Engraulis encrasicolus), una especie que es el alma de ambas delicias del Cantábrico. Lo que los convierte en productos tan diferentes es el cuidadoso proceso artesanal al que se somete cada filete. Las anchoas tienen un sabor intenso y ligeramente salado, con una textura firme que se deshace en el paladar. Los boquerones, por el contrario, destacan por un sabor más suave y fresco, con una textura delicada y jugosa.

Anchoas o boquerones: ¿qué hace que sepan tan distinto?

Durante la temporada de la costera de primavera, cuando el bocarte se acerca a las costas cántabras para desovar, el pescado alcanza su punto óptimo: más carnoso y con un sabor profundo. Es entonces cuando se captura.
El bocarte puede consumirse fresco, pero el verdadero arte está en el proceso de transformación que nos permite disfrutarlo como anchoas o boquerones.

La clave está en el proceso:

1. El primer paso es seleccionar los mejores bocartes. Según sus características, decidimos cuáles usaremos para elaborar anchoas y cuáles para boquerones.
2. Las anchoas se someten a un largo proceso de salazón y maduración. Introducimos el bocarte en barriles con sal, donde reposa durante uno o dos años. Esta paciencia es lo que otorga su característico sabor intenso.
3. Cuando llega el momento, nuestras sobadoras artesanas lavan cada pieza, eliminan la sal y clasifican los pescados por tamaño. Después, limpian y filetean a mano, quitando con precisión todas las espinas e impurezas para garantizar la máxima calidad.

Por otro lado…

4. Los boquerones se elaboran en fresco para preservar su frescura. En este caso, se limpian cuidadosamente, se retiran la cabeza y la espina, y se sumergen en una mezcla especial de agua, vinagre y sal durante 48 horas. Este marinado es lo que consigue la textura tierna y jugosa que los caracteriza.
5. Tras el marinado, cada filete se filetea a mano, asegurando un acabado perfecto antes de ser enlatado con aceite de oliva o girasol.

Un sabor que cuenta una historia

El cuidado en cada paso del proceso artesanal es lo que hace que nuestras anchoas de Santoña y boquerones del Cantábrico sean inigualables.

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